lunes, 24 de marzo de 2014

Tiempo de calçots

Llegado el final de invierno y el inicio de la primavera, comienzan las reuniones gastronómicas de amigos, familiares o compañeros de trabajo entre llamas  y calçots.  La calçotada es una fiesta gastronómica catalana compuesta de calçots (una variedad de cebolletas dulces), salsa Romesco, carnes o embutidos y pan con tomate; acompañados siempre de un buen vino de la zona.






“Los calçots no solo están buenos, sino que también son divertidos y motivo de encuentro. La tradición invita a comerlos de pie. Se pelan con las manos, se mojan en una salsa única y el delirio continúa con carnes a la brasa, guarnición, bebidas y crema catalana entre otros postres” ( Vivir, La Vanguardia)

Es básico la utilización de baberos gigantes ya que Calçotada implica inevitablemente mancharse en el momento de la ingesta, ya sea por el carbón, el papel de periódico que envuelve los calçots para mantener el calor o la salsa Romesco.

Debido a el tipo de comida, se usa todo el menaje de papel, incluidos los manteles, es dificil presentar la mesa bonita, pero nada es imposible. Cada año montamos una calçotada con mis primos y muchos amigos y este fue el resultado.














El postre encargado a Marta Oriol